Se trataba no sólo de una defensa de la naturaleza sin más, ya que en ese término podían caber muchas formas de la naturaleza domesticada o modificada sino, sobre todo, una defensa de la naturaleza salvaje como valor en sí mismo, irreductible. ¿Qué lugar debía ocupar la humanidad en la naturaleza?

Defender la tierra. Estados Unidos y la ecología radical

José Ardillo

Pasquines, 8
2023
4€
24 páginas

Estados Unidos ha sido uno de los países pioneros en el desarrollo de una «conciencia ecológica». Desde los tiempos de naturalistas como Thoreau en el siglo XIX, pasando por las políticas nacionales de preservación de zonas de bosque y de naturaleza salvaje, hasta los primeros movimientos populares contra el deterioro y polución del medio físico.

En Norteamérica una forma muy avanzada de civilización técnica convive con vastos espacios de naturaleza salvaje. A diferencia de la vieja Europa, su riqueza natural y salvaje puede ofrecer aún a sus habitantes el referente de grandes espacios no habitados ni perturbados por la civilización moderna.

Herederos de la sensibilidad de la contracultura, los años 80 vieron el nacimiento del ecologismo radical en América: de Murray Bookchin y su ecología social, a la ecología profunda y la acción directa de Earth First!. Sus propuestas teóricas y sus prácticas de defensa de esa tierra salvaje que aún sobrevivía en su país, sirven hoy de enseñanza para todo movimiento emancipador que haga de la conciencia ecologista una de sus piedras angulares.

José Ardillo es autor de varios ensayos y novelas, algunos de los cuales han sido publicados por El Salmón. Este texto apareció en Ekintza Zuzena, número 37, año 2010, y después lo incluimos en el libro Ensayos sobre la libertad en un planeta frágil, El Salmón, 2014.