Defensa e ilustración de la neolengua

Jaime Semprun

A la transformación radical y universal de la vida por las nuevas tecnologías corresponde necesariamente una lengua universal y enteramente original. A la normalización tecnocientífica y la igualación de la experiencia le sigue una depuración de la lengua que se ve descargada de la tarea de «expresar sentimientos que ya no experimentamos y nociones que ya no concebimos». La neolengua se constituye entonces en la «lengua natural de un mundo cada día más artificial».

8,55

Descripción

«¿Conservarían por mucho tiempo los esquimales la gran cantidad de términos de que disponen para referirse a los distintos estados de la nieve, o los que tienen los cabileños para diferenciar cada grado de maduración de los higos, si fueran trasladados de repente, los primeros a la Cabilia y los segundos a Groenlandia?», se pregunta Jaime Semprun, quien al emplear el término orwelliano de «neolengua» alude a su sentido original, una reorganización lingüística radical: «la extensión que doy al término neolengua, que empleo para designar la lengua que nace hoy espontáneamente del suelo convulsionado de la sociedad moderna, corresponde a la que han alcanzado en nuestras vidas las exigencias del “medio industrial” y de sus tecnologías».

Semprun explica que a la transformación radical y universal de la vida por las nuevas tecnologías corresponde necesariamente una lengua universal y enteramente original. A la normalización tecnocientífica y la igualación de la experiencia le sigue una depuración de la lengua que se ve descargada de la tarea de «expresar sentimientos que ya no experimentamos y nociones que ya no concebimos». La neolengua se constituye entonces en la «lengua natural de un mundo cada día más artificial».