Destruyamos las máquinas

El hecho de que las máquinas posean ahora una consciencia mínima no es garantía de que, en última instancia, no vaya a evolucionar la consciencia mecánica. Téngase en cuenta el avance extraordinario que han protagonizado las máquinas durante los últimos siglos. ¿No sería más seguro cortar el problema de raíz e impedirles continuar su progreso?

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Descripción

«Día tras día, las máquinas nos ganan terreno; día tras día crece nuestra servidumbre hacia ellas; cada día vemos más hombres encadenados a ellas cual esclavos; cada día vemos más hombres dedicar las energías de su vida entera al progreso de la vida de las máquinas. Llegará el día en que las máquinas tomarán el mando efectivo sobre el mundo y sus habitantes. Mi opinión es que debemos proclamarles de inmediato la guerra a muerte. Toda máquina de cualquier tipo debe ser destruida por aquellos que deseen el bienestar de su especie. No debe hacerse excepción alguna, ni mostrar piedad alguna».

¿Hasta dónde nos llevará el desarrollo técnico? ¿No existe el riesgo de que el ser humano quede obsoleto? Ante el poder de las máquinas, Samuel Butler dio la voz de alarma: o los humanos se dejan esclavizar por el progreso que ellos mismos han alentado y aceptan su condición de engranajes de una maquinaria, o recuperan el control de sus creaciones, se oponen a su desarrollo y destruyen a sus amos de acero.