Mundo en venta. Crítica de la sinrazón turística

RODOLPHE CHRISTIN

El turismo ofrece su gama de destinos a todo aquel que quiera gestionar la geografía de su entretenimiento en este inmenso centro comercial en el que se ha convertido el planeta. Aquellos que esperen curar su malestar a golpe de desarrollo personal y desquitarse a costa de adquirir bienes, en algunos casos sostenibles o de comercio justo, preferirán cambiar de entorno por un tiempo en vez de actuar de manera sostenible en el lugar donde viven. Podemos experimentar la compasión durante nuestras vacaciones en Camboya y comportarnos como verdaderos cretinos en el terreno de nuestra vida cotidiana.

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Descripción

El crecimiento de la llamada turismofobia, y del malestar respecto a las consecuencias provocadas por el desarrollo de la industria turística, ha abierto el debate sobre el modelo de desarrollo que se implanta en distintos territorios mediante el monocultivo turístico, y las consecuencias sociales que conlleva. Publicado en Francia en 2014, Mundo en venta aborda los orígenes de ese malestar y describe cómo la industria turística está transformando nuestra forma de experimentar el mundo. Si el viaje nos hacía salir al encuentro del mundo, el turismo nos obliga a consumirlo.

«El capitalismo ha hecho del ocio un negocio, y la fuerza del encanto de la industria del turismo descansa en su capacidad de negar precisamente su carácter industrial […] El turista, que en sus primeros pasos era un experimentador existencial, se ha convertido muy pronto en un consumidor geográfico».